22.11.10

Rastros lejanos


Hace 3,6 millones de años, dos homínidos dejaron las primeras huellas de las que se tenga constancia en Laetoli, Tanzania (izquierda). En 1969, los astronautas americanos Buzz y Aldrin hollaron el polvo lunar cerca de su módulo Eagle, de la misión Apolo XI, en el Mar de la Tranquilidad (centro). Y en Noviembre del 2010, el vehículo espacial Oppy, uno de los Mars Rovers, ha dejado rastro de sus ruedas en Marte (derecha). La expansión del género humano delega en su técnica, y no en su pies. Hemos dado estos grandes pasos basándonos en nuestra cultura, no en nuestro cuerpo. Nuestro fenotipo extendido -la cultura- acumula y selecciona potentes herramientas para avanzar hacia lejanos confines.

Via: Menéame.
Enlace original: SmashingPicture.

7.11.10

Prácticas de caza

Curioso este mochuelo cazando insistentemente una presa imaginaria:




Parece como si realmente estuviera viendo la presa.

17.10.10

La evolución del transporte ;)


Otro dibujo sobre evolución técnica para añadir a la colección, esta vez con tono de chiste.

Vía Roig i Negre.

2.10.10

Evolución del mouse


Primer mouse, ideado por Douglas Engelbart y Bill English en 1964. Le llamaron  Bug (bicho, chinche).







Una de las recientes evoluciones culturales cotidianas de la que casi todos hemos sido testigos. Gradual, pero a la velocidad de la luz a escala geológica. Se extinguió la forma rectangular, puesto que la forma oval se adapta mejor al hueco de la mano, y elimina los siempre invasivos ángulos. Curiosamente coincide con el perfil amigdaloide de las hachas achelenses, probablemente los utensilios de los que tengamos constancia que durante más tiempo han acompañado al género Homo.



Fuentes: Imagen 1, Imagen 2. Imagen 3.

12.9.10

Síntesis



 Este artículo pretende resumir los puntos importantes recopilados en este blog acerca de las similitudes entre la evolución orgánica y la cultural. Cualquiera de los temas aquí expuestos han sido desarrollados más extensamente en anteriores textos de este blog, pero no habían sido integrados antes en un único artículo.


EVOLUCIÓN CULTURAL, PROLONGACIÓN DE LA BIOLÓGICA.-

Hacha de sílex y ratón de ordenador
La Teoría de la Evolución puede aplicarse al cambio cultural con interesantes aportaciones. Muchos de los mecanismos que se dan en la evolución de los seres vivos tienen su correspondiente en la evolución cultural.

Tanto la historia natural como la cultural parten de lo simple y evolucionan hacia lo diverso y complejo. Esto no significa que lo simple no cambie, o incluso que lo simple, en el mundo vivo, no sea la mayor parte de la biomasa. Pero no puede negarse que, en general, la evolución ha posibilitado la aparición de seres vivos progresivamente más complejos a través del tiempo. Desarrollos tan elaborados como un corazón, un sistema nervioso o un cerebro, organismos tan sofisticados como reptiles, aves o mamíferos, serían inconcebibles si no se hubieran dado estos pasos hacia el aumento de complejidad.

Las diferentes culturas también se han diversificado y se han vuelto, en general, más complejas. Lo que no quiere decir, de nuevo, que no haya un cierto número de culturas que vivan con técnicas que podrían considerarse ancestrales desde el punto de vista de las sociedades que llamamos desarrolladas. Aunque no cabe ninguna duda de que las técnicas simples de los inicios de la cultura humana (técnicas de talla y modelación líticas, en madera o en hueso) se han diversificado abundantemente, llegando a sofisticaciones tan impresionantes como el mismo ordenador con el que estoy escribiendo esas líneas.

Si los resultados son tan similares en ambos tipos de evolución ¿no será que ambas evoluciones siguen procesos parecidos? Para saber si las culturas evolucionan de forma similar a como lo hacen las especies, deberemos fijarnos en las similitudes entre ambas. Veamos de forma breve (1) en qué se parecen:



1.- Combinación y mutación.- La evolución biológica implica reproducción con variación. La cultural también. Los genes se combinan de forma diferente para configurar las características de organismos distintos. Cuando en un organismo se produce una mutación genética, lo más probable es que el resultado sea inocuo o nocivo. Pero, de vez en cuando, uno de esos cambios aporta alguna propiedad que antes no se daba. Y esa propiedad puede ser favorable. En la evolución cultural el proceso es casi idéntico. Las ideas también se combinan de forma distinta para dar lugar a culturas diferentes. Cuando una idea -o mejor una reciente acepción, surgida desde la biología, un meme (2)- se transmite, ocurre lo mismo que con los genes: puede cambiar. Diferentes interpretaciones, o cambios intencionados, o incluso errores en la transmisión, pueden enriquecer a veces el mensaje, puesto que es posible que se añada una variante favorecedora. En este caso, no es necesario esperar una nueva generación para que la novedad se transmita. Los individuos, englobados en culturas, pueden crear ideas desde la inteligencia, o copiar soluciones procedentes de la naturaleza, o de otras culturas. De ahí que la evolución cultural tenga más potencial de avance rápido que la biológica en términos de acumulación de información.


2.- Selección natural y selección cultural.- Las especies y los tipos de organismos actuales son, obviamente, los que se han demostrado viables, al menos hasta hoy. Y son una inmensa minoría respecto a los que se han extinguido. Integran aquellos genes que han sido eficaces para su persistencia. Las culturas actuales también son sólo una pequeña representación de las que han desaparecido. E incluyen las ideas que han permitido su presencia. Mientras que la selección natural es la que dirime quién y cómo “pasa al siguiente nivel” en el videojuego de la vida, escrutando cada momento las variantes más válidas, la selección cultural descarta también las ideas inviables y potencia las válidas. En consecuencia, unas culturas se extienden y se diversifican, mientras que otras son absorbidas o se extinguen.


3.- Fósiles-guía y útiles-guía.- Paleontólogos y arqueólogos observan pautas parecidas. En paleontología, generalmente, cuanto más moderno es un estrato, más posibilidades habrá de que incluya tipos de organismos más complejos. En arqueología también se cumple esta regla. Los yacimientos del Paleolítico inferior muestran una simplicidad y una gama de cultura material más sencilla, que se va complicando y diversificando con el paso de los milenios. De ahí que tanto unos como otros se hagan valer de métodos similares. En paleontología, los fósiles-guía dan una referencia del momento cronológico de un estrato. El hallazgo de, pongamos por caso, un trilobites, dará una idea exacta del momento temporal en que nos encontramos, aunque sea amplio. En arqueología, ese mismo papel lo desempeñan los útiles directores. Si en un yacimiento arqueológico encontramos una cerámica cardial , tendremos razonable seguridad del instante histórico (en este caso, Neolítico), más o menos concreto en función de la longevidad del útil director .


4.- Evolución del lenguaje.- Los estudiosos de los orígenes y evolución de los idiomas y dialectos aceptan mayoritariamente la hipótesis de que los idiomas evolucionan, divergen o se extinguen. La divergencia entre lenguaje madre y descendiente se produce principalmente por aislamiento de algún tipo. De ahí que para compararlos se empleen métodos de clasificación parecidos a los que los zoólogos utilizan para establecer grados de parentesco entre grupos. También se usan conceptos como “tasa de cambio(3) para cuantificar el ritmo de variación. El panorama global resultante es un árbol en el que los idiomas se agrupan en familias, de forma idéntica a los árboles filogenéticos.


5.- Anidación.- Cualquier gen o grupo de genes que suponga una característica determinada, o cualquier especie o tipo de organismo con una presencia concreta, puede extenderse si las condiciones le son favorables. Multitud de ejemplos naturales son aquellas especies que invaden territorios extensos y lejanos cuando habían estado recluidas en un área concreta. Por ejemplo, la expansión del cangrejo americano o del mejillón cebra en los ríos de medio mundo.
De la misma forma, una idea puede ser minoritaria, pero si las condiciones culturales cambian, puede salir de su reducto para colonizar la población. Hay numerosos ejemplos de ideas latentes, para las que aún no había llegado el momento idóneo: desde la bicicleta de Leonardo da Vinci, hasta cualquier tradición o innovación local que haya llegado a extenderse al resto del mundo.


6.- Cambio funcional.- Una determinada característica anatómica o conductual puede cambiar de función. De igual forma, una idea o conjunto de ellas también. En la naturaleza, un ejemplo de este cambio funcional son las patas. Las patas delanteras de algunos reptiles evolucionaron con el tiempo en las alas de las aves. En cuanto a la cultura, tras la invención de la rueda con el claro propósito inicial de ayudar en el transporte, ha sido utilizada en muchos otros campos, como las ruedas dentadas para maquinaria, entre otros muchos ejemplos.

Cascos a través de la historia

7.- Convergencias biológicas y culturales.- Por el lado natural, diferentes grupos de organismos han llegado a resultados casi idénticos desde puntos de partida diferentes. Una evidencia entre muchas es la aparición de los ojos, que se ha dado de forma independiente varias veces a lo largo de la historia de la vida. Por el lado cultural, diferentes sociedades desde distintos linajes culturales sin aparente conexión han descubierto y perfeccionado la agricultura (Próximo Oriente, China, América precolombina...), o la escritura (China, Pakistán, sumerios, ...), por sus propios medios y sin intercambio de información que sepamos.


8.- Conservación de una dirección evolutiva.- En el plano biológico, se da muy frecuentemente una tendencia constante hacia el perfeccionamiento de ciertos órganos y estructuras. Esta dirección es observable en los sistemas locomotores con mejores adaptaciones a la carrera de animales corredores, o en el sucesivo perfeccionamiento de los sistemas nerviosos hasta culminar en los potentes cerebros mamíferos, entre otros muchos ejemplos.
En el plano cultural, se puede comprobar este hecho viendo la evolución técnica desde las primitivas industrias líticas del Paleolítico Inferior hasta las más precisas y especializadas piezas líticas del Neolítico. O los perfeccionamientos graduales de los instrumentos ópticos, como microscopios o telescopios, por citar un ejemplo entre miles.


9.- Irreversibilidad.- En la evolución biológica, los cambios importantes no tienen marcha atrás (ley de Dollo). Tampoco en la evolución cultural. No es que nada impida que se elimine una determinada característica. Sino que, si las presiones selectivas se revierten, el organismo ya no parte de la misma base genética, y por tanto el resultado no será el mismo. Una especie extinta no puede volver a aparecer idéntica. En la evolución cultural, el compendio de ideas que conforman una sociedad es único, e irrepetible. Y las ideas y conocimientos de la siguiente generación se basan en los de la anterior. La historia cultural nunca se repite, sino que evoluciona, aunque, como en la evolución biológica, haya patrones que se repitan si se demuestran viables.


10.- Permanencia de estructuras funcionales.- Cuando una estructura adquiere un funcionamiento eficaz, tiende a permanecer igual, o con mínimas modificaciones, a través del tiempo y las generaciones. Una vez seleccionada la configuración del sistema nervioso, el corazón, el estómago o el cerebro, si es funcional, persiste a través de las especies. De igual manera, cuando alguna idea funciona, se mantiene a través de las culturas. Las matemáticas o la agricultura se extendieron, y no se perdieron una vez descubiertas, persistiendo en diferentes culturas.

Evolución del casco griego

11.- Radiaciones biologicas y culturales.- La historia de la vida nos habla de diversas explosiones de diversidad, generalmente asociadas a la adquisición de una habilidad o propiedad nuevas, a la colonización de un nuevo territorio, o a un cambio ambiental. La radiación cámbrica o la mamífera son ejemplos claros. En el ámbito cultural, una innovación importante también posibilita muchas veces una diversificación cultural acelerada, en forma de incremento de la innovación. Un ejemplo reciente ha sido el desarrollo de las tecnologías de la información en los últimos tiempos.


12.- Complejidad creciente.- Si bien es cierto que ha habido disminuciones puntuales de la complejidad orgánica (por ejemplo, tras episodios de extinciones masivas) en general, en los organismos vivos se observa, a través de las eras geológicas, una tendencia al aumento de la complejidad a largo plazo. El árbol filogenético, visto como un todo, es inicialmente simple, y se va diversificando y volviéndose más complejo.

Las formas de vida más complejas se caracterizan por estar más estructuradas y disponer de una organización funcional más especializada. Esta especialización se alcanza mediante la división y centralización de funciones (riñones, hígado, corazón, cerebro...).
Las culturas también han seguido esta línea. Los ideas, como los genes, se agrupan en conjuntos cada vez más diversificados y más complejos. Los descubrimientos, los inventos y las ideas son acumulables, al igual que las mutaciones o las recombinaciones genéticas. Como muestra, tomemos una ciencia cualquiera. Por ejemplo, la Geología. Desde sus inicios, la Geología se ha desarrollado en múltiples ramas: estratigrafía, sedimentología, cristalografía, etc. Y este fenómeno es constante en muchos campos del conocimiento humano.
La especialización de los órganos anatómicos, como el corazón o el cerebro, tiene su correspondiente cultural en las especializaciones sucesivas de las sociedades humanas. En las primeras ciudades neolíticas escasamente se aprecia una división del trabajo. Sin embargo, posteriormente comienzan a aparecer primero artesanos alfareros, herreros, comerciantes,... hasta llegar a la variada gama de nichos laborales que pueblan las metrópolis actuales.
Y también en la misma organización de las sociedades humanas se aprecia una creciente complejidad. Hemos pasado del núcleo familiar a la agrupación de familias en una tribu; a la agrupación de tribus en un “pueblo”, y así sucesivamente hasta llegar a los modernos Estados, e incluso a las asociaciones de estados en entes políticos más amplios (O.N.U).


13.- Clinas biológicas y culturales.- La composición genética de una especie no es un bloque homogéneo e invariable. Por el contrario, presenta una gradación a través del espacio geográfico, gradación más marcada cuanto más extenso y diverso sea el territorio. Una clina puede definirse como una línea que une diferentes puntos de iguales características genéticas o fenotípicas, en el campo biológico, o culturales, en el ámbito ideológico. En cuanto a biología, hay varias especies que se extienden a lo largo de un gran territorio en forma de arco, de manera que los individuos de cada porción del arco pueden cruzarse y tener descendencia fértil, excepto los dos extremos del arco, cuya diferenciación es ya tan grande como para impedir su reproducción (4).
Como evidencia de clinas culturales, los ejemplos son múltiples. Por citar sólo uno, vemos como países como Turquía combinan el laicismo europeo con el estado confesional árabe, o formas políticas y sociales mezcla del mundo occidental y árabe, en una coexistencia que podríamos calificar de híbrida.


14.-Diferenciación por aislamiento.- El mecanismo más habitual de divergencia entre especies es el aislamiento. De ahí que las islas y regiones aisladas alberguen una gran proporción de especies y géneros únicos. También en entornos de aislamiento se dan singularidades culturales, especialmente patentes antes de la generalización de la navegación y las telecomunicaciones. El “efecto fundador” se cumple, tanto genética como culturalmente. Cuando un pequeño contingente colonizador llega a una isla o a una región aislada, o queda aislado por algún factor, los pioneros representan sólo una pequeña parte del abanico genético de la población original. De igual manera, esa población sólo lleva una fracción de los conocimientos, conductas y tradiciones de la zona madre. Este hecho, junto con las diferentes condiciones medioambientales con que se encontrarán en el nuevo territorio, y con la ausencia de contacto con los flujos genéticos o de ideas del continente, hará divergir muy probablemente a los pioneros respecto a la población originaria.
Por poner sólo un ejemplo biológico, tenemos las archiconocidas islas Galápagos. Como ejemplo cultural, podemos fijarnos en la transformación del megalitismo continental al llegar a las islas del Mediterráneo Occidental, conformando endemismos culturales como las taulas, navetas, talaiots, nuragas... O en la diferenciación lingüística por barreras geográficas o culturales. O en el alto grado de peculiaridad cultural de cualquier sociedad aislada.



CONCLUSIÓN.-

Estos son algunos fenómenos que demuestran la convergencia entre la evolución biológica y la cultural, expresada tanto a nivel metodológico (evolución de las lenguas, fósiles-guía y útiles-guía) como a nivel de sus mecanismos de cambio. Tal variedad de coincidencias no puede ser casualidad. Por tanto, no puede haber un abismo insondable entre ambas evoluciones. Son un continuo. Mientras que en la evolución biológica son los genes los que se combinan y articulan para conformar las características de un determinado tipo de organismo, en la evolución cultural son los memes los que configuran los rasgos que caracterizan las culturas, los que se organizan, pueden acumularse y son objeto de selección cultural, siendo copiados u olvidados.

Las diferencias entre ambos tipos de evolución emanan de la vía de transmisión de innovaciones (reproducción en el caso biológico, aprendizaje en el caso cultural). Como consecuencia de basarse en los mismos procesos, ambas evoluciones alcanzan resultados similares de diversificación y aumento de complejidad. Las diferencias son básicamente dos:

Por un lado, en cuanto a la transmisión,  la evolución cultural puede darse a un ritmo mucho más alto que la biológica porque no tiene que esperar a la siguiente generación para reproducirse. Al poder transmitir los cambios de individuo a individuo instantáneamente, en forma de red horizontal, el mensaje puede circular veloz. Mientras que el patrón de transmisión de información en la evolución orgánica es mayoritariamente una estructura arborescente vertical, generación tras generación, mucho más lento.

Por otro lado, en cuanto a la innovación, individuos con una cierta inteligencia y capacidad de aprendizaje pueden idear o descubrir nuevas variantes conductuales, nuevas ideas, que el azar genético tardaría mucho en desarrollar (y eso contando que lo hiciera).

En síntesis, la evolución cultural es una prolongación de la biológica, con unas tasas de innovación y de selección potencialmente más elevadas. Del hecho de que ambas evoluciones siguen procesos similares y llegan a resultados parecidos se deriva que es necesario un enfoque conjunto, con la aplicación de métodos de análisis semejantes, y que contemplen también las especificidades de cada evolución.



AGRADECIMIENTOS: Agradezco a quienes han aportado sus matices y correcciones, algunos de las cuales han sido incorporados. En especial, a Paco, a Txema M., a Sa Monea, a Hurakanpakito, a Martín Cagliani y al Paleofreak. Y a todos aquellos que han ofrecido sus observaciones en el blog.
Espero aportaciones y criticas que puedan enriquecer o rectificar cualquier detalle, para que la nueva síntesis sea más completa.







(1).-  Algunas de estas similitudes las detalla Bernhard Rensch en Rensch, Bernhard (1980): Homo Sapiens: de animal a semidiós. Editorial Alianza. Básicamente, creo que mis aportaciones son la comparación entre las  radiaciones de la evolución orgánica y la cultural, clinas culturales y la diferenciación por aislamiento.
(2).- Meme: unidad de transmisión cultural. Dawkins, Richard (2000): El Gen Egoísta. Editorial Salvat.
(3).- Pagel, Mark et al. (11 October 2007): Frequency of word-use predicts rates of lexical evolution throughout Indo-European history. Nature 449, 717-720 :
(4).- Las gaviotas Larus argentatus y Larus fuscus, o las salamandras californianas del género Ensatina representan clinas extremos de la misma gradación, de manera que, mientras que en todo el territorio hay interfecundidad, ésta no se da entre los representantes de ambos extremos del arco territorial. Dawkins, Richard (2004): El cuento del antepasado (pag. 408-411). Editorial Antonio Bosch.

8.8.10

Las novedades de Ardi

Leída esta entrevista a Tim White y visto este excelente documental sobre Ardipithecus Ramidus, las sorpresas son importantes:






















  • Ardi, un bípedo de 4,4 millones de años (datación muy precisa), tenía el pie prensil.
  • Vivía en un hábitat de parches de bosque denso rodeados de sabana. Al menos, los restos de esta especie hallados en la localidad de Aramis, parece que bastante bien documentada, dan ese perfil medioambiental.
  • No hay evidencias en las manos y muñecas de que proceda de un antecesor que andara sobre los nudillos.
  • Curiosa la hipótesis del transporte de comida como motor del bipedismo.



Agradecimientos: La Nueva Ilustración Evolucionista, que va convirtiéndose en un fascinante archivo de entrevistas de primer orden sobre evolución.
Si se desea ver los vídeos en inglés, ir a Mundo Neandertal.

4.7.10

Humboldt y la geofagia

Es admirable la curiosidad y dedicación de Alexander von Humboldt por conocer a fondo el mundo que le rodeaba, en tiempos en que la observación científica y sistemática sobre el terreno estaba en sus inicios.

Humboldt partió a América en 1799. Antes, ya había recorrido España, estableciendo por primera vez que su relieve interior era una meseta. Faltaban unas décadas para que en 1831 zarpara el Beagle con Darwin a bordo. Dos libros de cabecera acompañaban a Darwin: uno, los "Principios de Geología" de Charles Lyell. El otro, la "Narrativa Personal", de Humboldt. El propio Darwin reconoció que éste era uno de los dos libros que más le había influído. El joven Darwin escribió en el Beagle: "Antes admiraba a Humboldt. Ahora casi le adoro". Al volver a Inglaterra, le pidió a sir James Hooker que le dijera a Humboldt que "toda la trayectoria de mi vida se debe a haber leído y releído de joven su 'Narrativa Personal'". En el manuscrito de viaje de Darwin, Humboldt es el científico más citado, un total de 16 veces, por 6 de Lyell.


El mismo perfil personal de Humboldt, el de un noble que abandona una vida de lujos sacrificándola por una insaciable ansia de explorar el mundo y descifrar sus leyes, aún a pesar de las numerosos peligros e incomodidades que conllevaba, es el modelo a seguir por el joven Darwin. La ambición por conocer cualquier campo de conocimiento del mundo natural es otra característica en la que Humboldt precedió a Darwin: le interesaba la geología, la climatología, la botánica, la zoología, la geografía física, la sismología, la astronomía, la topografía, la antropología, etc. De modo parecido, Darwin tuvo que conjugar varias ciencias para obtener una visión general de la historia natural que le permitiera encajar las piezas de su Teoría de la Evolución. Queda claro que Humboldt fue una de las más importantes influencias de la obra de Darwin. Como cuenta Douglas Botting (1), las aportaciones del sabio alemán son muchas y notables.  Más de mil toponímicos llevan su nombre. Su ecología incipiente. La distribución geográfica de las plantas. El campo magnético terrestre. Las corrientes oceánicas. El alineamiento de los volcanes. La evolución de las cordilleras. Los mecanismos de los terremotos. Más concretamente: el valor del guano como fertilizante. La localización de los primeros diamantes fuera de zonas tropicales. Etc. Muchas importantes contribuciones a la evolución cultural humana. Todo el mundo conoce a muchos famosos de revistas del corazón, pero ¿cuántos han oído hablar siquiera de Humboldt? Y sin embargo, cada vez que se usan las palabras "isoterma", "isoclina" o "jurásico", se están empleando términos que él estableció.

Hecho este reconocimiento, son muchas las observaciones curiosas que plasmó en sus obras. Pero quiero destacar una sorprendente. El  5 de Junio de 1800, el grupo de Humboldt estaba remontando el río Orinoco, en la zona de los indios otomacos. La expresión que le causaron a Humboldt fue de extremo salvajismo. Pero lo realmente extraordinario de este pueblo es lo siguiente:

"Comen tierra, es decir, tragan cada día, durante varios meses, cantidades considerables hasta saciar su apetito, y esta costumbre no parece repercutir perjudicialmente en su salud. Son animales omnívoros en el más alto grado. Mientras que las aguas del Orinoco están bajas, subsisten con pescado y tortugas. Pero cuando crece el río se interrumpe la pesca casi por completo y entonces es muy difícil conseguir alimento. Durante este periodo, que dura dos o tres meses, los otomacos ingieren una asombrosa cantidad de tierra. Descubrimos pilas de bolas de tierra (de unos trece a quince centímetros de diámetro) en sus cabañas, amontonadas en pirámides de noventa centímetros a un metro veinte. Presentaban esto como su principal alimento durante el periodo en que rara vez pueden conseguir un lagarto, un rizoma de helecho o un pez muerto flotando en la superficie del agua"


Y no sólo eso, sino que incluso en la época en la que la comida abundaba, los otomacos de vez en cuando sacaban esas bolas de tierra cocida, que llamaban "poyas", para rasparlas y consumir su polvillo.
Asombroso que una población sea capaz de subsistir comiendo tierra. Sabemos que muchas especies complementan su dieta con arcillas o tierras. Pero personalmente desconocía que este mismo fenómeno era aplicable a los humanos. Es, pues, otra de las conductas en las que convergemos. He indagado, y resulta que la ingesta de tierra en forma de "tabletas" cocidas no es infrecuente, y tenemos testimonios arqueológicos, históricos, e incluso actuales. En mercados de Bolivia se vende hoy varios tipos de tierra cocida como alimento, y en el santuario mejicano de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos (Jalisco) como receta milagrosa. Se han hecho algunos análisis para ver la composición de estas bolas de tierra, y los resultados apuntan a que se incorporaba a la arcilla algunas grasas o harinas que harían su ingesta más nutritiva. No obstante, hay quien defiende que comer estas bolas de tierra sin más aderezo aportaría oligoelementos que por sí solos justificarían su ingestión. En cualquier caso, la geofagia es una conducta que demuestra una vez más la elevada capacidad de adaptación de los humanos.



(1) Fuente principal: Botting, Douglas (1982): Humboldt y el Cosmos.Barcelona: Del Serval.
Imagen 1: Humboldt y Bonpland al pie del volcán Chimborazo. Óleo de Gemälde von Friedrich Georg Weitsch (1810)
Imagen 2: fabricando tortas de tierra en Haití. Fuente: The People. Vía: mi+d.

Imagen 3: vendiendo las tortas en Haití. Fuente: Haiti Hope. Vía: mi+d.

2.5.10

Genes y culturas predominantes

¿Por qué el nombre del volcán islandés "Eyjafjalla" nos parece impronunciable? Por el mismo motivo motivo por el que la fauna de Madagascar es tan rara: distancia y aislamiento. Las culturas divergen de forma similar a las especies. Cuanto más nos alejamos de Islandia, más difícil resultará la pronunciación del islandés, porque la familiaridad con el idioma es menor. A un danés no le será tan complicado como a un hispano.


Cuando una cultura tiene un cierto grado de aislamiento, evoluciona de forma independiente del resto de culturas. Podrá llegar a adquisiciones parecidas a las de otras culturas, gracias a la inteligencia y a la capacidad de innovación de toda sociedad (lo que lleva a convergencias culturales curiosas). No obstante, cuando una sociedad puede intercambiar información con las sociedades vecinas, su desarrollo cultural puede ser más acelerado. No sólo dependen de su propia capacidad de innovación, sino también de la de los vecinos con los que haya un intercambio de información fluído. Volviendo a Islandia, mientras que en Europa sucesivas oleadas de ideas procedentes de diferentes culturas barrían el legado de los vikingos, incluso en su zona de origen, en Islandia la cultura normanda  en cierta medida permaneció. De hecho, es la zona donde más se han preservado tanto el idioma normando como sus rasgos culturales.


¿Qué ocurre cuando dos culturas que han evolucionado separadamente entran en contacto? El laboratorio de la historia da muchos ejemplos. El choque entre la cultura europea y la americana a partir de 1492 se decantó por la predominancia de las ideas europeas vía conquista. Europa tenía una larga tradición de intercambio de ideas (cierto que muchas veces a través de guerras cruentas) que, como dice Jared Diamond (1), desnivelaba la balanza. Los europeos disponían de un armamento más poderoso que el de los americanos (espadas y lanzas de acero, armaduras, pólvora, pistolas, trabucos, ballestas, cañones, etc.). Además de unos medios de transporte más diversos (carros, barcos, caballos y burros...) que posibilitaban una mayor movilidad en caso de que el terreno lo permitiera, y un mayor aporte de mercancías. También el almacenamiento de la información europeo -en forma de libros- era más eficiente que el americano. Y variados tipos de maquinaria como poleas, grúas, etc.

LLegados a este punto, hay que hacer un inciso. Que quede claro que, aunque en determinados aspectos, como el militar y el técnico, los europeos eran más efectivos que los americanos para conseguir el dominio militar, económico, social o político, no puede decirse que la cultura europea fuera mejor que la americana.  Simplemente, en el contacto una prevaleció sobre otra gracias a una diversidad cultural que les permitió imponerse. Ninguna cultura es mejor o superior a otra. Será más diversificada o tendrá más recursos para algo en concreto, pero eso no la convierte en superior. Del mismo modo que los mamíferos no son mejores que los reptiles.


¿Por qué los europeos tenían un nivel de desarrollo técnico tan elevado en comparación con los americanos? Muy sencillo, afirma Diamond. Sólo hay que fijarse en la forma del continente euroasiático y la de América. Mientras que Eurasia es una gran franja horizontal, América es una extensión vertical. En Eurasia las ideas pueden fluir longitudinalmente, desde China hasta Inglaterra o España, sin atravesar zonas climáticas excesivamente diferentes. En América, en cambio, las diferentes zonas climáticas serían barreras si no insalvables, sí difíciles de atravesar. Este característica geográfica, junto con la menor densidad de población americana, hizo que la transmisión de ideas fuera más ardua. Resultado: los europeos fagocitaron culturalmente a los americanos.


Y no sólo los europeos estaban mejor dotados técnicamente en el choque con los americanos. También lo estaban inmunológicamente. Las enfermedades portadas por los europeos (viruela, gripe, tifus, sarampión, tétanos, difteria, tos ferina...) arrasaron en muchos casos las poblaciones nativas americanas. En cambio, los americanos traspasaron a los europeos algunos casos de sífilis y poco más, en mucha menor escala. Resultado: los genes europeos se impusieron a los americanos. 

Así pues, de la misma forma que el flujo de ideas había permitido a los europeos disponer de un despliegue técnico más amplio, también el menor grado de aislamiento genético europeo posibilitó que tuvieran unas mejores defensas inmunológicas respecto a las enfermedades contagiosas.
Una vez más, la evolución orgánica y la cultural coinciden en sus procesos.





(1).- Diamond, Jared: Armas, gérmenes y acero. Debate editorial, 1996.

Gracias a Abulafia por haberme puesto sobre la pista de Diamond. Y a Paco por sus valiosas indicaciones históricas.

Banda sonora del artículo: El roce de tu cuerpo (Platero y Tu, 1992):


26.4.10

La utilidad de los cuernos ;)

  
Hay algunos cuernos de diseños abigarrados, que parecen ser más una carga que una ventaja, más producto de la selección sexual que de la natural. Como los de Megaloceros giganteus (imagen superior).

No entendía para qué cargar con semejante parafernalia. 
Hasta que vi estos íbex:








Ahora lo entiendo todo. :D.


Banda sonora del artículo: Nothing else matters ( Metallica, 1991): 

19.4.10

Violencia continuada en Atapuerca


Cuenta Bermúdez de Castro (1)  que existen evidencias de violencia intrahumana en los restos de Atapuerca. Por una parte, los signos indiscutibles de canibalismo practicado por los Homo antecessor hace unos 800.000 años, ya comentados aquí. Por otra parte, lo que es una novedad para mí, se reportan golpes en prácticamente todos los Homo heidelbergensis de la Sima de los Huesos (hace unos 500.000 años). La inmensa mayoría son aboyamientos sobre la ceja izquierda del cráneo. Golpes a los que sobrevivieron casi todos los afectados. 

El hecho de que los impactos en el cráneo se sitúen en el lado izquierdo probablemente indica que se dieron por parte de individuos diestros. Y puede explicar el gran torus supraorbital de heidelbergensis (no sólo de ellos) como estructura defensiva para proteger los ojos ante eventuales impactos. Este rasgo se añadiría al gran espesor de los huesos del cráneo de esta especie, que permite resistir golpes que a nosotros, frágiles sapiens, nos hundirían el cráneo al instante.

Pudiera ser que la violencia documentada en Atapuerca fuera intermitente, o sea, dos episodios aislados que casualmente se han dado en la misma zona con unos 300.000 años de diferencia. Aunque me parece demasiada casualidad. Más bien es la prueba de que la violencia entre homínidos era general y continua durante todo este tiempo. Si vamos encontrando pruebas intermedias de violencia, la hipótesis de la agresividad esporádica se debilitará. No sabemos si esa violencia era intragrupal o intergrupal. O ambas. Los investigadores de Atapuerca consideran más probable que sea intergrupal, supongo que por extrapolación etnológica, pero no hay pruebas definitivas.


En cualquier caso, que encontremos estos signos tan patentes y repetidos de violencia en una misma ubicación geográfica y con tantos milenios de separación indica que la violencia no es un fenómeno nuevo, consecuencia de la neolitización, de la territorialización, de la acumulación de recursos y de la jerarquización social consiguiente, sino un hecho que nos ha acompañado siempre, sea continua o esporádicamente. Y que el mito del buen salvaje o el Emilio de Rousseau no es más que eso: un mito. Lo que recupera la antigua imagen, que parecía desfasada, del antiguo cómic "Hug el Troglodita" blandiendo siempre una gruesa porra.






 (1).- Conferencia de José María Bermúdez de Castro en la Fundación Juan March, 23/10/2008, minuto 22:27 h.)
Imagen 1: cráneo 5 de la Sima de los Huesos (Atapuerca, España), atribuido a Homo heidelbergensis.
Imagen 2: Hug el troglodita, cómic de Gossel.

Banda sonora del artículo: Spread a little joy (Life-Size Humans):



10.4.10

Palomas excelentes en el dilema de Monty Hall



Un curioso dilema confronta nuestra intuición lógica con la experiencia. Sí, ya sé que suena raro eso de "intuición lógica". Me refiero a lo que en primera instancia consideramos lógico, pero que después se demuestra que no lo era tanto. Se trata del dilema de Monty Hall, presentador del concurso televisivo americano "Let's Make a Deal" (Hagamos un trato). En este dilema se tiene que escoger una de entre tres puertas cerradas. Sólo una de las puertas contiene el premio, un reluciente coche, no así las otras dos, en las que hay una decepcionante cabra en cada una. El concursante tiene que escoger una de las tres puertas. Una vez ha escogido una, el presentador abre otra puerta, en la que siempre hay una cabra, y le propone al concursante dos posibilidades: mantenerse en su elección inicial, y abrir definitivamente la puerta para ver si ha ganado el coche, o cambiar su elección, y por tanto abrir la otra que aún permanece cerrada. La inmensa mayoría de la gente piensa que inicialmente tenemos 1/3 de posibilidades de acertar. Esto es correcto. Y que, después de que el presentador haya abierto una de las puertas con la cabra, quedando sólo dos puertas cerradas, tendremos 1/2 (o sea el 50%) de posibilidades de acierto, tanto si nos mantenemos en la elección inicial como si la cambiamos. Esto no es cierto.
Hay una forma de tener más posibilidades de acertar: si cambiamos de puerta una vez el presentador ha abierto la de la cabra, nuestras posiblidades de acertar con el coche son de 2/3. La explicación: cuando hemos elegido inicialmente, tenemos 1/3 de probabilidades ¿verdad? Por tanto, en el bloque de las dos puertas no seleccionadas, hay 2/3 de probabilidades de que esté el coche. Si Monty Hall, amablemente, nos abre una puerta con una cabra, nos queda una única puerta no seleccionada que seguirá teniendo 2/3 de probabilidades de contener el coche, frente al 50 % de la elección inicial. O sea, que es mejor cambiar de puerta. Comprobado estadísticamente.


Veamos que pasó cuando se enfrentó a palomas con el dilema:

Hebranson y Schroder(1) adaptaron el dilema a 6 Columba livia: las palomas tenían a su disposición tres teclas iluminadas, que podían picotear para obtener alimento si acertaban cuál de ellas escondía el premio. Cuando picoteaban una, se apagaban las teclas y, tras un segundo, se volvían a iluminar sólo dos, una de las cuales era la del primer picoteo. La que se apagaba nunca tenía la comida. Si la paloma picoteaba la tecla correcta de las dos restantes, obtenía el premio.
Pues bien: en el primer día de pruebas, las palomas alcanzaban un tercio de la recompensa. Pero al cabo de un mes, las 6 palomas habían descubierto la estrategia adecuada para llevarse el máximo de comida, o sea, dos tercios de aciertos. La solución óptima. Las palomas reforzaban su conducta cada vez que acertaban, así que al cabo de un tiempo se impuso la mejor estrategia. Selección conductual a base de ensayo y error.



Ahora vamos a Homo sapiens. Hebranson y Schroder confrontaron el mismo experimento con 13 estudiantes.Se les dijo que cada vez que acertaran sumarían puntos, para que al cabo del mes se viera quién había acertado más. Al principio, los aciertos eran de 1/3. Lo curioso es que al final del mes su resultado seguía siendo el mismo. Los estudiantes no habían logrado ninguna mejora, a diferencia de las palomas.



Los humanos, anclados en la premisa de que hay dos puertas por abrir, es decir, 50% de posibilidades, renegamos de la experiencia. Parece que cuanto más jovenes son los estudiantes, más probabilidades tienen de acertar la mejor estrategia. En este caso, un alto nivel educativo parece ser contraproducente. Aunque seguramente se deba a que la educación recibida muchas veces no duda de las premisas más básicas, lo que puede ser un error. Seguramente no puede afirmarse que las palomas son más inteligentes que los humanos, pero en un problema lógico como el de Monty Hall parecen defenderse mejor que nosotros.





Vía Not Exactly Rocket Science. De hecho, es casi una traducción libre.
(1) Fuente: Herbranson, W.; Schroeder, J. (2010): Are birds smarter than mathematicians?... Journal of Comparative Psychology.
Dilema y simulador de Monty Hall en castellano.


Banda sonora del artículo: Fosa Común (Gatillazo, 2005):



28.3.10

Olorgesailie, el paraíso de los bifaces


Bueno, vale. La producción en cadena es un invento moderno de la sociedad industrial. Lo que pasa es que ya hace unos añitos, sólo entre 600.000 y 900.000, los homínidos producían artefactos si no en serie, sí con abundancia. La prueba: el rico yacimiento de Olorgesailie (Suroeste de Kenya), donde casi cada piedra es un bifaz. Son de tipología achelense, o modo II, como dirían los lógico-analíticos carbonellenses.


Olorgesailie abarca un espectro temporal desde los 1,2 millones de años hasta los 490.000 años. La mayor concentración de bifaces está datada en 900.000 años. Tras 64 años de excavaciones en los que los hallazgos eran exclusivamente líticos, en el 2003 apareció el primer resto óseo de los presuntos autores. Se trata del frontal  KNM-OG 45500, catalogado como Homo erectus, contemporáneo de la acumulación achelense. 

La tecnología achelense se expandió geográficamente de una manera muy extensa. Era la forma de obtener el máximo de filo cortante de una piedra, y que a la vez podía picar o machacar. El bifaz achelense era una especie de navaja suiza del paleolítico. Más tarde, llegarían herramientas más especializadas, de uso más específico, pero normalmente con menos distribución geográfica. Y Olorgesailie es, de los yacimientos que conozco, el que mayor densidad de estas herramientas presenta.




Foto de KNM-OG 45500 : Jennifer Clark & Richard Potts, Human Origins Program.

Banda sonora del artículo: Better Day (Ocean Colour Scene,1997):

10.3.10

Y la evolución continúa en las ciudades ...;)



Anatomía de un moderno chico de barrio:



Aunque hay quien dice que todo puede ser un truco, que lo que se esconde tras tanta camiseta holgada y pantalones arrastrados es esto. O esto.

Vía Digg.

Banda sonora: I Wanna Be Sedated (The Ramones, 1978):


7.3.10

Inercias biológicas, tradiciones lastre



El neurólogo John Morgan Allman (1) cuenta su visión sobre la evolución del cerebro:




"En 1971, cuando considerábamos las pruebas crecientes de la existencia de muchos mapas corticales, Jon Kaas y yo sugerimos que la evolución de las áreas corticales procedía por reproducción de áreas preexistentes. Para ello nos inspiramos en el paleontólogo William King Gregory, que en 1935 había indicado que un mecanismo importante de la evolución ha sido la copia de partes corporales debido a mutación genética en una generación individual, a la que después siguió, en posteriores generaciones, la divergencia gradual de estructura y funciones de las partes reproducidas."

El mecanismo de copia se ha comprobado en numerosas ocasiones desde entonces. Mucho más sencillo que el azar cree una estructura nueva, es que se repita una preexistente. Las variaciones podrán venir después.


"¿Por qué en la evolución se conservan áreas corticales distintas? Se me ocurrió una explicación de la preservación de mecanismos antiguos en la visita a una central eléctrica perteneciente a una empresa pública. La planta había estado funcionando durante décadas, reparé en que había en ella numerosos sistemas para controlar los generadores. Observé una serie de controles neumáticos, un intrincado laberinto de minúsculos tubos que abrían y cerraban diversas válvulas, un sistema de controles basados en la tecnología de los tubos de vacío y también varias generaciones de sistemas de control por ordenador. Para controlar los procesos en la central se utilizaban todos esos sistemas. Al preguntar por qué seguían usándose los viejos mecanismos de control, me respondieron que había tal demanda de continua producción de energía que resultaba imposible cerrar la central para proceder a una completa renovación, que requeriría modernizar la mayor parte del sistema de control informático; con lo cual se había producido una superposición de tecnologías de control, la neumática, los tubos de vacío y los ordenadores, hasta integrarse en un sistema funcional para la producción de energía eléctrica. Me di cuenta que el cerebro ha evolucionado del mismo modo que los sistemas de control de esa central eléctrica. El cerebro, como la central, nunca puede cerrarse y reconfigurarse esencialmente, ni siquiera entre generaciones. Todos los viejos sistemas de control han de seguir en su sitio, y otros nuevos con capacidades adicionales se añaden e integran de tal manera que refuerzen la supervivencia. En la evolución biológica, las mutaciones genéticas provocan la formación de nuevas áreas corticales que son como los nuevos sistemas de control de la central eléctrica, mientras que las áreas antiguas siguen realizando sus funciones básicas necesarias para la supervivencia del animal de la misma forma que los viejos sistemas de control continúan preservando algunas de las funciones básicas de la central eléctrica."

No es nada nuevo que la evolución trabaja con los materiales de que dispone. Esta es la causa de la persistencia de rudimentos en muchas organismos, y de que haya imperfecciones, que podrían evitarse si partiéramos de organismos nuevos. La evolución cultural, en cambio, puede hacer borrón y cuenta nueva en cualquier momento de la diversificación cultural para idear soluciones que no tengan lastres inútiles. La central eléctrica es una buena analogía para la evolución orgánica. En la evolución cultural también suele ser más fácil reproducir una idea de un campo del conocimiento para aplicarla en otro, que idear una nueva solución. Lo que pasa es que culturalmente podemos
parar un tiempo la central y reformarla integramente. O incluso construir centrales nuevas que eviten los sistemas de control anticuados. Una inmensa diferencia.

Agradecido a Txema Mercado por enviarme el texto.




(1) John Morgan Allman: El Cerebro en evolución (2003). Ed. Ariel. Pag. 51. 
Foto: vía DailyGalaxy. La he escogido por el parecido de la forma del camión con el perfil de un cerebro humano, tan abundante en ideas.
 

Banda sonora del artículo: Cygnet Committee (David Bowie, 1969):


21.2.10

¿Clonarías un Neandertal?

Cuando ya hemos clonado parientes lejanos como ovejas, y cuando se apunta que probablemente pronto podremos clonar mamuts, se ha empezado a debatir si se debería clonar un neandertal. En concreto, la revista Archaeology publicará en Marzo un artículo de Zach Zorich sobre esta cuestión. De momento, todas las legislaciones prohiben clonar humanos. Pero los neandertales, aunque se les engloba en el género Homo, hoy no se les considera de nuestra especie. Hay que decir que esa atribución ha cambiado recientemente. Hasta hace unos años, se les clasificaba como Homo sapiens neanderthalensis (es decir, una subespecie de Homo sapiens) mientras que ahora la mayoría de paleoantropólogos los tipifica como Homo neanderthalensis.


Interesante cuestión. Por mi parte, me encantaría conocer a fondo las características de los neandertales. No sólo hay argumentos de curiosidad científica, sino que también se podrían encontrar aplicaciones médicas. En particular, algunas enfermedades específicas del hombre, como el HIV o la polio, tal vez no alcanzaran al neandertal, y posiblemente pudiéramos saber por qué, y curarlas.
Las razones en contra son básicamente morales. Puesto que nadie niega la opción de clonar mamuts (a pesar de que sus parientes los elefantes tienen conciencia de sí mismos, una elevada inteligencia y una alta sensibilidad), el caso neandertal presenta la particularidad de que está demasiado cerca de nosotros como para que la decisión resulte cómoda. Sus facultades mentales están próximas a las humanas. Enterraban sus muertos, cuidaban de sus ancianos, tenían una exquisita industria lítica...

Por otro lado, lo preocupante sería que el individuo fuera encerrado en un zoo, o tratado como un simple objeto de laboratorio. Por eso en la encuesta aparece una opción de "Depende", para quien la clonación no debería ser a costa del bienestar y la libertad del neandertal. Si no se le restringe la libertad ¿podría cruzarse con humanos actuales? Bufffff, qué cuestión. Cuando votéis, agradecería una explicación de vuestro voto. A ver qué ocurre.





¿Clonarías un Neandertal?
Si
No
Depende





  
pollcode.com free polls






Banda sonora del artículo: Duerme (Sidonie, 2003):

12.2.10

Tierra, trágame

Los humanos en determinadas circustancias intentan desaparecer. Por ejemplo, en una guerra, cuando no quieren ser vistos por los enemigos. En este caso, se emplean técnicas de camuflaje. Del mismo modo que muchas especies cuya estrategia de defensa es confundirse con el entorno. Entre humanos, el arrodillarse, el hacer una reverencia, en definitiva, el empequeñecerse ante alguien o algo es también un pequeño intento de desaparición momentánea, para no competir en tamaño con la autoridad frente a la que se realiza el acto de sumisión. Lo mismo ocurre entre los animales. Los animales de rango inferior en la escala social bajan las orejas, se agachan, se tumban en señal de reconocimiento de su estatus ante otro animal situado más arriba en la jerarquía.
Por el contrario, a los militares se les exige hinchar el pecho, elevar la barbilla y alzar los hombros -con el añadido de las hombreras, y cascos y boinas varios-, para aparentar un tamaño y, en consecuencia, también un rango, mayor. Y eso ocurre también en muchos animales, que erizan el pelo, o se yerguen para crecer delante de la amenaza.
Pero el desaparecer del todo, y al instante (como las plantas de Pandora en Avatar), aún no lo hemos conseguido.
Esto sí:










No, no es una planta. Por curioso que parezca, es una colonia de animales. Es un pennatuláceo, un coral blando. Su técnica consiste en expeler agua de su cuerpo cuando se le roza.



Vía Neatorama.

Banda sonora del artículo: Canta por mí (El Último de la Fila, 1990):

5.2.10

Hawking sobre evolución cultural

 
El físico Stephen Hawking dio una conferencia en la que reflexiona sobre la evolución:

"El proceso de la evolución biológica fue muy lento al principio. Llevó dos mil quinientos millones de años desarrollar animales multicelulares a partir de las células más tempranas, y otros mil millones de años más en llegar, a través de peces y reptiles, a los mamíferos. Pero entonces la evolución pareció pegar un acelerón. En sólo unos cientos millones de años, los primeros mamíferos evolucionaron hasta nosotros. La razón es que los peces ya contienen una gran parte de los órganos importantes de los humanos, y los mamíferos prácticamente todos. Es decir, todo lo que se requería para el desarrollo humano a partir de los primeros mamíferos, como los lémures, era un poco de afinación y ajuste.

Pero con la raza humana la evolución alcanzó un nivel crítico, comparable en importancia con el desarrollo del ADN. Este hito fue el desarrollo del lenguaje, y particularmente el del lenguaje escrito. Ello significó que existía otro tipo de información que se podía pasar de generación en generación, además de la genética a través del ADN. No ha habido cambios perceptibles en al ADN humano, causados por la evolución biológica, en los diez mil años de historia registrada. Pero la cantidad de conocimiento manejado de generación en generación ha crecido enormemente. El ADN en los seres humanos contiene cerca de tres mil millones de ácidos nucleicos. Sin embargo, mucha de la información cifrada en esta secuencia es redundante, o está inactiva. Por tanto, la cantidad total de información útil en nuestros genes es probablemente algo que ocupa unos cientos de millones de bits. Un bit de información es la respuesta a una pregunta de rango: sí o no. Por el contrario, una novela impresa en papel puede contener dos millones de bits de información. Así que un ser humano es el equivalente a 50 novelas románticas de Mills & Boon (Nota del traductor: Arlequín Mills & Boon es la empresa lider mundial en edición de novelas rosa).Una biblioteca nacional importante puede contener cerca de cinco millones de libros, lo cual equivale a cerca de diez billones de bits. Por lo que la cantidad de información recogida en los libros es cientos de miles de veces superior a la contenida en el ADN."
El fondo de ambas evoluciones es la acumulación de la información. Y su selección, aunque no la cite expresamente Hawking.
"Aún más importante es el hecho de que la información en los libros puede cambiarse y actualizarse mucho más rápidamente. Hemos tardado unos pocos millones de años en desarrollarnos a partir de los monos. Durante ese tiempo, la información útil en nuestro ADN ha cambiado probablemente en sólo algunos millones de bits. De modo que el índice de evolución biológica en los seres humanos es aproximadamente de un bit por año. Por contra, se publican cerca de 50.000 nuevos libros en lengua inglesa cada año, conteniendo del orden de cientos de miles de millones de bits de información. Por supuesto, la gran mayoría de esta información es basura, y de ninguna utilidad para cualquier forma de vida. Pero, incluso así, el ratio en el cual se puede agregar información útil es de millones, si no miles de millones, más alto que el del ADN.
Esto ha significado que hemos entrado en una nueva fase de la evolución. Al principio, la evolución procedió por obra de la selección natural, a través de mutaciones al azar. Esta fase Darwiniana duró cerca de tres mil quinientos millones de años, y nos produjo a nosotros, seres que desarrollaron el lenguaje para intercambiar información. Pero en los últimos diez mil años, más o menos, hemos atravesado lo que podemos llamar una fase de transmisión externa. Durante ésta, el registro interno de información interna, manejado por las generaciones que tuvieron éxito reproductivo, no ha cambiado perceptiblemente al ADN. Pero el registro externo, mediante libros y otras formas duraderas de almacenaje, ha crecido enormemente. Algunas personas utilizarían el término evolución sólo para el material genético internamente transmitido, y se opondría a que dicho término fuese aplicado a la información manejada externamente. Pero creo que esto es también un problema de estrechez de miras."
Exacto. Tanto la fase de transmisión interna (evolución orgánica) como la externa (evolución cultural) son dos fenómenos con una base común. Así que ambas fases son diferentes tipos de la misma evolución.
"Somos más que simplemente nuestros genes. Podemos no ser más fuertes, o intrínsecamente más inteligentes, que nuestros antepasados los hombre de las cavernas. Pero lo que nos distingue de ellos es el conocimiento que hemos acumulado durante los últimos diez mil años, y particularmente, durante los últimos trescientos. Pienso que es legítimo tomar una visión de conjunto, e incluir la información transmitida externamente, tanto como al ADN, en la evolución de la raza humana."

Muy clarito. Bueno, que me perdone el sabio de Hawking, pero yo no diría que la fase externa se circunscribe solamente a los últimos trescientos años. La transmisión de información cultural se da en numerosos tipos de organismos, no sólo mamíferos. Y su aceleración en nuestro linaje filogenético se inicia por lo que sabemos hace unos 2,5 millones de años con las primeras industrias líticas. Después, ha habido muchas fases de aceleración (Neolítico, Egipto, Grecia, Renacimiento, Ilustración, ...). Y hoy, la innovación se ha disparado al alza en niveles antes desconocidos, debido a los medios de comunicación instantánea y a la generalización de la educación.
La transmisión externa de información es la evolución cultural. Mientras que vamos conociendo con detalle cómo se produce la evolución biológica gracias, entre otros campos, a la paleontología y la genética, tenemos muy poca idea acerca de cuáles son las reglas de la evolución cultural. No hay asignaturas de evolución cultural en las universidades (al menos, yo no las conozco). La historia humana, aún siendo apasionante, es un devenir aparentemente caótico de sucesos. Cada época histórica se describe como una sucesión de hechos singulares, sin contemplar las generalidades que se repiten. Y tampoco se contempla la relación entre historia natural e historia humana, como si hubiera un abismo insalvable entre ellas, cuando es un continuo. Con diferentes mecanismos, pero un continuo. El devenir histórico es un proceso que estamos aún lejos de conocer con precisión. Aunque, como señala el viejo físico, estamos en el camino (1).



 (1) En un futuro artículo analizaré las conclusiones a las que se va llegando en este blog.

Vía Estopadas Arqueológicas y Daily Galaxy. Fuente Astroseti.
Foto: Stephen Hawking flotando en gravedad cero.


Banda sonora del artículo: Evolución (Mediyama, 2006 ):



29.1.10

Delfines que crean círculos en el barro

Un grupo de delfines mulares (Tursiops truncatus) de Florida ha inventado un original modo de pescar en aguas poco profundas. Estos delfines baten el fondo marino creando un círculo de barro alrededor de las presas. El círculo actua como una red, recluyendo el objetivo en un espacio cerrado. Los acorralados pececillos intentan saltar el círculo. Pero las mandíbulas abiertas de los delfines están atentas, esperando el bocado que les caerá del cielo.
La sincronía es importante entre el delfín que dibuja el círculo, que es siempre una hembra (no es raro que sea así, pues las "vainas" -como se llama al grupo de delfines de hasta 15 individuos hembras y juveniles- son lideradas por las hembras) y el resto que espera el botín.





Ya conocíamos tradiciones culturales en Tursiops truncatus australianos, también protagonizadas por hembras. Y de una coordinación en la pesca con círculos de burbujas entre sus parientes las ballenas. Acorralar las presas es un fenómeno muy común entre los predadores acuáticos (me da la impresión que mucho más que entre los terrestres). En definitiva, tenemos otra confirmación de la creatividad y diversidad cultural de estos cetáceos.




Banda sonora del artículo: Douha Alia (Cheb Mami, 1990):

24.1.10

Los bonobos y la emergencia de la cultura

Hace tiempo, vimos cómo un bonobo conseguía jugar al comecocos con aparente naturalidad. Para los que quieran conocer más a este pariente tan singular, esta conferencia de la enriquecedora factoría TED, protagonizada por la primatóloga Sue Savage-Rumbaugh, nos aproxima a toda una vida de estudio de este chimpancé, el más cercano culturalmente a Homo sapiens.





Los bonobos y la emergencia de la cultura, por Susan Savage-Rumbaugh:
(para ver los subtítulos en español, clicar en "View subtitles" a la derecha del "Play" y seleccionar "Spanish").





 
  Hemos visto a bonobos haciendo fuego, construyendo herramientas indistinguibles de las más antiguas encontradas hasta ahora, escribiendo, o tocando instrumentos musicales, entre otras destrezas. Es cierto que aplican algunas técnicas desarrolladas previamente por los humanos. Pero también son capaces de ciertas innovaciones. No hace falta hablar de la incansable promiscuidad de los bonobos, el aspecto más publicitado de estos simios, para ver de lo que son capaces.

Susan Savage-Rumbaugh dice en la conferencia que cuando se contactó con los aborígenes tasmanos (considerados uno de los pueblos con una cultura más simple) en 1600, éstos no tenían fuego ni útiles de piedra. Sin embargo, no es eso lo que dicen algunas fuentes. Según la información disponible en la Wikipedia y en otras fuentes, los antiguos tasmanos sí que usaban el fuego natural. Al menos, lo acarreaban en brasas de campamento en campamento, así que puede que no supieran producirlo. Y también fabricaban útiles de piedra, aunque no de hueso. O se equivoca Susan, o se equivoca la Wikipedia y la web del gobierno australiano. Agradecería que alguien pudiera aclararlo. 
Por otro lado, las condiciones de cautividad de los bonobos que aparecen en las imágenes pueden indicarnos sus posibilidades, no la cultura propia de los bonobos, cosa difícil de averiguar en un contexto puramente humano. Nada de esto resta mérito al trabajo de Susan Savage-Rumbaugh, quien se esfuerza con los métodos a su disposción por entender más la psicología propia de los bonobos que en que ellos se adapten a nosotros.

La principal conclusión de Susan Savage-Rumbaugh es que lo que nos diferencia de los bonobos no es la biología, sino la cultura. Y es únicamente una diferencia de grado, puesto que los bonobos también despliegan rasgos culturales complejos a través del aprendizaje.




Vía Primate Diaries.


Banda sonora del artículo: Todo lo que sé ( Sopa de Cabra, 1993):