28.3.10

Olorgesailie, el paraíso de los bifaces


Bueno, vale. La producción en cadena es un invento moderno de la sociedad industrial. Lo que pasa es que ya hace unos añitos, sólo entre 600.000 y 900.000, los homínidos producían artefactos si no en serie, sí con abundancia. La prueba: el rico yacimiento de Olorgesailie (Suroeste de Kenya), donde casi cada piedra es un bifaz. Son de tipología achelense, o modo II, como dirían los lógico-analíticos carbonellenses.


Olorgesailie abarca un espectro temporal desde los 1,2 millones de años hasta los 490.000 años. La mayor concentración de bifaces está datada en 900.000 años. Tras 64 años de excavaciones en los que los hallazgos eran exclusivamente líticos, en el 2003 apareció el primer resto óseo de los presuntos autores. Se trata del frontal  KNM-OG 45500, catalogado como Homo erectus, contemporáneo de la acumulación achelense. 

La tecnología achelense se expandió geográficamente de una manera muy extensa. Era la forma de obtener el máximo de filo cortante de una piedra, y que a la vez podía picar o machacar. El bifaz achelense era una especie de navaja suiza del paleolítico. Más tarde, llegarían herramientas más especializadas, de uso más específico, pero normalmente con menos distribución geográfica. Y Olorgesailie es, de los yacimientos que conozco, el que mayor densidad de estas herramientas presenta.




Foto de KNM-OG 45500 : Jennifer Clark & Richard Potts, Human Origins Program.

Banda sonora del artículo: Better Day (Ocean Colour Scene,1997):

10.3.10

Y la evolución continúa en las ciudades ...;)



Anatomía de un moderno chico de barrio:



Aunque hay quien dice que todo puede ser un truco, que lo que se esconde tras tanta camiseta holgada y pantalones arrastrados es esto. O esto.

Vía Digg.

Banda sonora: I Wanna Be Sedated (The Ramones, 1978):


7.3.10

Inercias biológicas, tradiciones lastre



El neurólogo John Morgan Allman (1) cuenta su visión sobre la evolución del cerebro:




"En 1971, cuando considerábamos las pruebas crecientes de la existencia de muchos mapas corticales, Jon Kaas y yo sugerimos que la evolución de las áreas corticales procedía por reproducción de áreas preexistentes. Para ello nos inspiramos en el paleontólogo William King Gregory, que en 1935 había indicado que un mecanismo importante de la evolución ha sido la copia de partes corporales debido a mutación genética en una generación individual, a la que después siguió, en posteriores generaciones, la divergencia gradual de estructura y funciones de las partes reproducidas."

El mecanismo de copia se ha comprobado en numerosas ocasiones desde entonces. Mucho más sencillo que el azar cree una estructura nueva, es que se repita una preexistente. Las variaciones podrán venir después.


"¿Por qué en la evolución se conservan áreas corticales distintas? Se me ocurrió una explicación de la preservación de mecanismos antiguos en la visita a una central eléctrica perteneciente a una empresa pública. La planta había estado funcionando durante décadas, reparé en que había en ella numerosos sistemas para controlar los generadores. Observé una serie de controles neumáticos, un intrincado laberinto de minúsculos tubos que abrían y cerraban diversas válvulas, un sistema de controles basados en la tecnología de los tubos de vacío y también varias generaciones de sistemas de control por ordenador. Para controlar los procesos en la central se utilizaban todos esos sistemas. Al preguntar por qué seguían usándose los viejos mecanismos de control, me respondieron que había tal demanda de continua producción de energía que resultaba imposible cerrar la central para proceder a una completa renovación, que requeriría modernizar la mayor parte del sistema de control informático; con lo cual se había producido una superposición de tecnologías de control, la neumática, los tubos de vacío y los ordenadores, hasta integrarse en un sistema funcional para la producción de energía eléctrica. Me di cuenta que el cerebro ha evolucionado del mismo modo que los sistemas de control de esa central eléctrica. El cerebro, como la central, nunca puede cerrarse y reconfigurarse esencialmente, ni siquiera entre generaciones. Todos los viejos sistemas de control han de seguir en su sitio, y otros nuevos con capacidades adicionales se añaden e integran de tal manera que refuerzen la supervivencia. En la evolución biológica, las mutaciones genéticas provocan la formación de nuevas áreas corticales que son como los nuevos sistemas de control de la central eléctrica, mientras que las áreas antiguas siguen realizando sus funciones básicas necesarias para la supervivencia del animal de la misma forma que los viejos sistemas de control continúan preservando algunas de las funciones básicas de la central eléctrica."

No es nada nuevo que la evolución trabaja con los materiales de que dispone. Esta es la causa de la persistencia de rudimentos en muchas organismos, y de que haya imperfecciones, que podrían evitarse si partiéramos de organismos nuevos. La evolución cultural, en cambio, puede hacer borrón y cuenta nueva en cualquier momento de la diversificación cultural para idear soluciones que no tengan lastres inútiles. La central eléctrica es una buena analogía para la evolución orgánica. En la evolución cultural también suele ser más fácil reproducir una idea de un campo del conocimiento para aplicarla en otro, que idear una nueva solución. Lo que pasa es que culturalmente podemos
parar un tiempo la central y reformarla integramente. O incluso construir centrales nuevas que eviten los sistemas de control anticuados. Una inmensa diferencia.

Agradecido a Txema Mercado por enviarme el texto.




(1) John Morgan Allman: El Cerebro en evolución (2003). Ed. Ariel. Pag. 51. 
Foto: vía DailyGalaxy. La he escogido por el parecido de la forma del camión con el perfil de un cerebro humano, tan abundante en ideas.
 

Banda sonora del artículo: Cygnet Committee (David Bowie, 1969):