19.2.06

La evolución del lenguaje según Deutscher



El lenguaje cambia. Podemos apreciarlo incluso en el breve lapso de una vida humana. La evolución del lenguaje tiene muchas semejanzas con la evolución genética; y mucho más con la evolución cultu
ral. Este paralelismo ha sido observado recientemente por diversos investigadores, como el genetista Luca Cavalli-Sforza. Según éste, el mapa de la diversidad genética humana se corresponde con bastante exactitud con el mapa linguístico. Puesto que el ser humano es social, este hecho no tiene nada de raro, si consideramos que históricamente los humanos suelen escojer pareja que comparta su misma lengua. Aunque sólo fuera por la coincidencia de la proximidad territorial con la linguística.

Ahora, Guy Deutscher, un linguista de la Universidad holandesa de Leiden especializado en antiguas lenguas Semíticas, analiza la evolución del lenguaje -el mayor invento de la humanidad, según sus palabras- en su libro The Unfolding of Language: An Evolutionary Tour of Mankind's Greatest Invention (2005).

Guy Deutscher observa que en todas las épocas los hombres nos hemos quejado de la degeneración del lenguaje. Cicerón, en tiempos de la antigua
Roma, lo manifestó expresando que el Latín de sus tiempos se había corrompido respecto al del siglo anterior. Estas quejas son inevitables, porque "el decaimiento ... es, de lejos, el aspecto del cambio más fácilmente observable".

Parte de la premisa de que los mismos cambios simples que operan hoy en el lenguaje son los que se produjeron inicialmente, cuando nuestros lenguajes empezaron a desarrollarse. La diversidad y riqueza de los lenguajes actuales responde, pues, a reglas sencillas y universales.

Las principales reglas que rigen la evolución de una lengua son tres:

  1. Economía, entendida como pereza. Los hablantes somos intrínsecamente ahorrativos a la hora de pronunciar una palabra o frase. Si se nos entiende empleando menos gasto energético y tiempo, tenderemos a emplear las palabras o frases más sencillas. Esta fuerza erosiona la lengua, no en un sentido negativo, sino en el sentido de que la simplifica.
    La economía en la pronunciación, por ejemplo, conduce a un debilitamiento de los sonidos, combinándose los fonemas, y pudiéndose llegar a la desaparición de conjuntos de sonidos. Es el caso de la palabra latina "Augustus" (mes de Agosto), que se implantó tras el gobierno del emperador romano homónimo. En francés, esta palabra ha evolucionado hacia la simplificación con la desaparición de fonemas enteros, convirtiéndose en "Aout" (se pronuncia [Aut] en español).

  2. Expresividad: es la fuerza contraria a la anterior. Tiende a complicar la lengua dando más fuerza a las palabras que queremos resaltar. Por ejemplo, la moda de usar archisílabos, como "visualizar" en vez de del tradicional "ver". Crea palabras o expresiones extravagantes que se guardan fácilmente en la memoria, y pueden ser difundidas fácilmente por lo chocante. La repetición de expresiones poderosas, no obstante, provoca un desgaste en el que el impacto inicial de la palabra o frase nueva disminuye gradualmente, su significado se erosiona y puede llegar a desaparecer.

  3. Analogía: esta fuerza proviene del hecho de que se crean patrones en la construcción de frases que ayudan a no ser abrumados por la información. Una vez admitidos, estos patrones van más allá de su uso habitual, culminando en la innovación de nuevos usos y construcciones.

Así, con estas tres fuerzas presentes hoy en día -economía, expresividad, analogía- se puede pasar de un proto-lenguaje basado en emplear únicamente "esto" o "eso" + un verbo a una lengua compleja, con pronombres, tiempos, adverbios, cuantificadores, oraciones subordinadas y demás parafernalia linguística.

Las dos primeras fuerzas -economía y expresividad- operan a mi entender de forma clara y evidente, aunque confieso que la tercera fuerza me resulta un poco oscura.
La ciencia de la evolución linguística está en pañales. La lengua oral no deja fósiles ni tiene ADN. Pero el sentido común apunta a que las lenguas se desarrollaron de más simples a más complejas de una manera parecida a la que apunta Deutscher. Si queréis más información, aquí tenéis una interesante entrevista con el autor.

¿Significa eso que las lenguas mejoran? Según Deutscher, no. Dice: "
Podemos decir con confianza que la lengua no está empeorando, ni está simplemente mejorando, en el sentido de convertirse en un mejor instrumento de comunicación. En otras palabras, no creo que las lenguas sean ahora mucho más eficientes que hace 1,000 o 5,000 años". Se ha llegado a un punto de equilibrio.

¿Crees que la lengua mejora?
No, está estancada
No, degenera
Sí, es más efectiva

Mi impresión en este aspecto,
desde la modestia del no especialista, no coincide con la de Deutscher. Aprecio cierta contradicción en el hecho de que se defienda la evolución gradual de las lenguas y luego se diga que se ha llegado a un "equilibrio". Las aportaciones de la globalización- con lo que de contacto con otras lenguas supone- y la creciente información disponible ayudan a trasvasar puntos de vista, construcciones linguísticas, metáforas, conceptos más exactos, etc. de una lengua a otra, enriqueciéndolas.

4 Memes sueltos:

Anónimo dijo...

El idioma, creo, es el vehículo de expresión de las necesidades de las personas dentro de un medio cultural. Si las necesidades se modifican, se modifica también el lenguaje: los códigos de los usuarios de computadoras no son sólo palabras nuevas, sino también parte de una forma nueva de pensar.
La pregunta es si se sacrifican otras formas de pensar dentro del lenguaje: recuerdo como ejemplo el idioma artificial de la novela "1984", comparo con los diálogos que escucho y me preocupo...

Anónimo dijo...

Hola, Memecio. Estaba leyendo tu artículo justo al mismo tiempo que "La naturaleza humana" de Jesús Mosterín. Hay varias páginas dedicadas a esto del lenguaje y dice, entre otras cosas, que el lenguaje no es sólo para comunicarse; de hecho, comenta a algunos autores que afirman que el lenguaje surgió, en realidad, como expresión del pensamiento; luego vendría la comunicación.
Es agradable ver que hay gente que aprecia la diversidad linguística, como tú, y que se da cuenta de que todas se enriquecen entre sí, además de ser legados culturales inapreciables e insustituibles.

Anónimo dijo...

He leído el libro en Inglés y me parece una joya para los filólogos, por su concisión y claridad de exposición en una materia tan pantanosa como es la evolución de las lenguas (o del lenguaje). ¿Sabe alguien si está traducido al español y dónde está publicado?

Unknown dijo...

Es muy bueno saber que la gente se preocupa por conocer de dónde proviene lo que emplea día a día. El lenguaje siempre cambiará porque será influenciado por otras lenguas que aportarán algo nuevo. Si bien no podemos precisar cómo ni cuándo apareció el lenguaje, sólo podemos decir que cada vez será más fácil conversar o contactarnos con otras personas estén donde estén. Las distancias se acortan y el mundo avanza. Lo triste es que muchos se olvidan de escribir a mano ya que los tiempos modernos exigen rapidez y presionar teclas es mucho mejor que emplear un bolígrafo. Cuando escribamos a mano, debemos hacerlo con mucho entusiasmo porque es un arte y más aún si sabemos hacerlo correctamente. Gracias.