24.7.05

Leonardo da Vinci o la avalancha de ideas: el cocinero (IV)


Leonardo se pone manos a la obra. Empieza por lo más básico.


"Se pregunta si un tronco de una forma y longitud determinadas arderá mejor y dará más calor que otro cualquiera. Se pasa días estudiando los fuegos, quemando diferentes troncos, anotando el tiempo que tarda cada uno en quemarse y midiendo la cantidad de calor que desprende. Pero finalmente llega a la conclusión de que lo importante es la cantidad de troncos, tengan la forma que tengan, e inventa una cinta transportadora que los lleva, una vez cortados por una sierra circular dispuesta fuera de las cocinas, directamente junto a los fuegos; de esta manera, afirma, ya no es necesaria la presencia de una persona encargada de la leña en la cocina."

Parece que olvida a los hombres y caballos que manejan la sierra en el exterior.

"Diseña también un asador automático -que se reproduce en el primer post de esta serie- con la intención de quitar a un miembro del personal de la cocina la obligación de pasarse el día entero dando vueltas a un espetón sobre el fuego. Una hélice instalada en el interior de la chimenea, sobre el fuego, es impulsada por la corriente ascendente de aire caliente y está conectada a unos engranajes que hacen girar el espetón."

"El asado girará lento o rápido en función de que el fuego sea pequeño o fuerte", escribió Leonardo al pie del diseño de este asador (en el 'Codex Atlanticus', y también existe un modelo en funcionamiento que se exhibe en el Museo della Scienza e della Tecnica de Milán).(...)

Para su "provisión constante de agua hirviente", Leonardo idea un calentador de agua alimentado con carbón -una larga serie de tubos metálicos enroscados que había que rellenar continuamente y que se colocaban sobre las cenizas del fuego. No está completamente seguro de que éste fuera tan eficaz como la vieja mujer que normalmente mantenía los pucheros hirviendo sobre el fuego, pero expresa su convicción (a Mateo Bandelli, cronista de la corte de los Sforza) de que su diseño está más de acuerdo con la época ilustrada que le ha tocado vivir.

El "suelo que esté por siempre limpio" se consigue con dos bueyes enganchados a un cepillo giratorio de un metro y medio de diámetro y dos metros y medio de ancho, con una pala detrás para recoger lo reunido por el cepillo. Ocupa más espacio que el viejo de la escoba que estaba antes a cargo de esta tarea, pero resultaba sin duda más eficaz.

Leonardo tiene la intención de accionar "sus dispositivos para limpiar, picar, etc." en parte con una gran noria que quiere construir en un extremo de su cocina y en parte con la fuerza de los caballos. Su ingenio más descomunal, la picadora de vacas (...) parece precisar un pequeño ejército de hombres para ponerla en funcionamiento (y el mismo número de caballos) y, según parece, cuenta con toda una serie de accesorios muy parecidos a los de las máquinas mezcladoras de la actualidad para picar cerdos y otros animales pequeños.

Y entre los ingenios de Leonardo se encuentra también una máquina rebanadora de pan accionada por aire, que corta las rebanadas y luego las ensarta en largas cañas. Es dos veces más grande que el horno de pan ya existente en las viejas cocinas del Castello, y Leonardo advierte que la Armería contigua al edificio habrá de ser ocupada cuando comiencen las obras de reconstrucción. También comunica a Ludovico que para su programa de ampliación de las cocinas tendrá necesidad de casi la mitad del Gran Comedor del Castello, de los establos contiguos y de los seis aposentos que ocupa la madre de Ludovico, y que Leonardo quiere transformar en una combinación de almacén de verduras y matadero.

Para la música en sus cocinas Leonardo tiene la intención de utilizar los tambores mecánicos (ver imagen) con manivelas de mano que ya ha inventado y fabricado, acompañados de tres músicos que toquen un instrumento que está proyectando inventar y que él llama "órgano de boca".

Su "ingenio para apartar de la cocina los tufos y hedores" consiste simplemente en unos grandes fuelles fijados en los techos y accionados mediante un mecanismo ascendente de martillos conectados a una manivela movida por un caballo.(...)

Hay además otro accesorio revolucionario que idea para su cocina, al que no se ha referido en su primer memorándum: un ingenioso sistema de lluvia artificial dispuesto a empapar todo -si funciona con arreglo a lo previsto- en caso de incendio.

De modo que Leonardo inventa todos estos dispositivos para su nueva cocina; lo cual no quiere decir que todos ellos vayan a funcionar a la perfección, o tan siquiera funcionar. Leonardo siempre fue mucho más fuerte en la teoría que en la práctica."


El momento del estreno de la futurista cocina está próximo.

Shelagh & Jonathan Routh: "Notas de cocina de Leonardo da Vinci" (2001) Ed. Temas de Hoy.

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