Libélulas que no necesitan machos
¿Los machos sobran?
Intrigados por el hecho de que en las Islas Azores (archipiélago atlántico distante 1.500 km. de Portugal) sólo aparecían libélulas hembras de la especie Ishnura astata, el biólogo gallego Lorenzo Carballa y sus compañeros visitaron 15 localidades en 6 islas. Aunque recogieron más de 330 especímenes adultos, ninguno de ellos era macho.
En términos de estricta reproducción, no haría falta que hubieran machos. Los machos sólo aportan una ventaja a largo plazo, añadiendo más variabilidad, y por tanto más adaptabilidad, a la prole. Pero en algunos casos, el papel del macho puede omitirse. Es lo que se llama partenogénesis, en la que la hembra tiene descendencia sin contribución masculina, sin haber sido fertilizada externamente. La partenogénesis ya ha sido constatada en diferentes especies, no sólo de insectos. Y ahora es la primera vez que se propone para los Odonatos (libélulas).
"Para probar si el caso de Ishnura astata se trataba realmente de partenogénesis, se crió una muestra de larvas hasta el estadio adulto. Se obtuvo unas 1.900 libélulas en nueve generaciones, todas ellas hembras" *.
Lo curioso es que esta libélula se reproduce con toda "normalidad sexual" en el resto del mundo.
La explicación oficial es que las especies que se adaptan para ocupar hábitats nuevos y dispersos -como las Azores- sufren unas presiones selectivas diferentes al resto de las especies. La posibilidad de encontrar un macho sería muy escasa al principio de la colonización. Así que lo mejor -o la única salida posible- sería optar por el egoísmo reproductivo.
Puede que Ishnura astata no sea un caso aislado entre los Odonatos. En otros archipiélagos como las islas Fiji hay libélulas que pueden también ser partenogénicas, aunque está por confirmar.
*Noticia extraída de Pharyngula