Zoofarmacognosis (I): El parto de la elefanta
En 1980, la zoóloga Holly Dublin, que estudiaba una manada de elefantes africanos (Loxodonta africana) en la reserva de Masai Mara, en Kenia, observó un fenómeno poco habitual. Llevaba más de un año fijándose en una hembra embarazada.
La elefanta llevaba una dieta rutinaria y unas costumbres uniformes durante todo este tiempo. Hasta que un día la elefanta empezó a moverse a paso rápido, alejándose ese día unos 17 kilómetros de su entorno habitual, cuando normalmente sólo se desplazaban unos 5 kilómetros. Sus hermanas la siguieron.
Al llegar a un árbol de la familia de las Boragináceas, se detuvo y devoró desde las hojas al tronco. Sus hermanas la observaban. Al cabo de 4 días dió a luz.
Holly, asombrada, recogió algunas de las pocas hojas que quedaban y se las enseñó a las mujeres de una aldea cercana. Las mujeres sonrieron y le informaron de que usan esas hojas como infusión para inducir al parto en embarazos difíciles.
La observación de Holly Dublin significa el uso de plantas medicinales. Es un poco arriesgado especular sobre una única observación. Desconozco si este comportamiento entre los elefantes es general en caso de embarazos problemáticos. Incluso no sé si se ha investigado la verdadera utilidad de esta planta favoreciendo el parto. Espero que pronto tendremos la respuesta.
Lo que es cierto es que el uso de medicinas naturales no es un hecho aislado en el mundo animal. Existen cada vez más ejemplos entre los chimpancés, los monos araña y los capuchinos, hasta el punto de que se ha creado un nuevo campo de investigación, la Zoofarmacognosis, equivalente zoológico en cierta medida de nuestra farmacología.
Marc d. Hauser(1) se pregunta: "¿Cómo se han transmitido estas prácticas medicinales a través de las generaciones?". En el caso de la elefanta, no todas las madres tienen dificultades en el embarazo. Consecuentemente, no todas las hijas presenciarán esa carrera espectacular. "¿Cómo sabrán qué hacer los animales jóvenes? ¿Pueden instruir las madres a las hijas si las ven sufriendo durante el embarazo? ¿Las conducen en esos casos hasta el árbol requerido y las instan a comer hojas?".
Si las jóvenes observan a sus madres haciendo cosas tan extrañas como alejarse de la zona donde viven, comerse todas las hojas de un árbol que nunca antes habían visto, y luego dan a luz ¿Comprenderán la relación causa-efecto, que comerse las hojas ayuda al parto?
Apasionantes dudas. Parece como mínimo forzado atribuir ese comportamiento a un instinto. Demasiado esporádico, demasiado poco habitual. Tiene pinta de meme.
(1) Marc D. Hauser: "Mentes salvajes. ¿Qué piensan los animales?" (2000).
1 Comment:
vamos este es uno de los acontecimientos más extraños que se pueden observar en la naturaleza!
Suelta tu meme