17.9.05

¿El primer homicidio?


Antes del asentamiento de comunidades agrícolas y ganaderas, son muy raros los indicios de violencia entre humanos. Durante los largos milenios paleolíticos no hay evidencias claras de agresión intraespecífica. Se ha detectado canibalismo en varios yacimientos -Atapuerca el más antiguo (TD6, en torno a 800.000 años), también en Zhoukoudian (Pekín)-, pero no está claro que este canibalismo implique agresión. Siempre cabe la posibilidad de ingesta de congéneres una vez muertos, sin violencia de por medio.
Cueva de Kebara (Monte Carmelo)

Es cierto que hay abundantes muestras en todo el paleolítico de huesos de homínidos con roturas traumáticas, pero el origen de estos traumatismos podría deberse a caídas o golpes producidos durante la caza o la recolección. Es decir, no se puede atribuir con total certeza la causa de esas fracturas a la violencia
intraespecífica.

Ahora, durante la revisión de los restos excavados en la cueva de Kebara (Monte Carmelo, Israel, foto de la derecha) en 1931 por F. Turville-Petre y que habían sido poco estudiados, se ha descubierto una punta de sílex alojada entre la séptima y la octava vértebra torácica de una columna dorsal compuesta por cuatro v
értebras, que aparecieron en conexión anatómica gracias a concreciones calcáreas. La columna vertebral corresponde a un adulto de mediana edad.

La cueva de Kebara es conocida por sus importantes hallazgos neandertales (como el de u
n hueso hioides -clave para poder hablar a la manera humana- y ofrendas de flores en enterramientos). Pero éste no es el caso. No fue un neandertal el asesino, ni tampoco la víctima, sino un hombre anatómicamente moderno, uno de nosotros. Los restos del supuesto primer homicidio se datan entre 14.500 y 13.000 años B.P. (es decir, "Before Present", antes del Presente, considerando "Presente" el año 1950, cuando el método de datación por radiocarbono quedó establecido por la comunidad científica). Por tanto, los neandertales ya habían desaparecido de Kebara -y de la faz de la Tierra- en esta época. En estos momentos, cuando vivía esa presunta primera víctima de homicidio, los Homo sapiens sapiens ocupaban la cueva y habían desarrollado la cultura Natufiense, cultura que se considera enlace entre las últimas comunidades paleolíticas y las primeras neolíticas, o sea, entre el fin del nomadismo cazador-recolector y el inicio del sedentarismo agrícola y ganadero. El presunto asesinato se sitúa a inicios del Natufiense.


Las pruebas del delito

Además de este especimen, hay otros 17 restos humanos que presentan traumatismos diferentes. Los investigadores Fanny Bocquentin y Ofer Bar-Yosef, que son los autores de la revisión de los restos Natufienses de Kebara, describen el "arma homicida" como una 'Helwan Lunate', un microlito en forma de media luna característico del Natufiense. Al comprobar el ángulo de entrada de la punta y la trayectoria, concluyen que el varón adulto tuvo que ser atacado de cerca. La punta debió perforar el pulmón izquierdo o el corazón.



¿Transición violenta?

Hasta ahora, nada apuntaba a que el Natufiense fuera un pueblo violento. Son los últimos cazadores-recolectores, el pueblo que anticipó la llegada de la agricultura. Un clima benigno les permitió asentarse en los primeros poblados sedentarios, formados por casas de piedra semienterradas en el suelo. Fueron también los primeros en domesticar perros, como lo atestigüan la presencia de huesos de perro en las tumbas natufienses.
A partir de ahora, habrá que replantearse el paso de la caza a la agricultura como una transición suave y dulce. Si las observaciones de Fanny Bocquentin y Ofer Bar-Yosef son correctas y generalizables, eso supone que la agresión intraespecífica nació, o por lo menos se extendió, con el sedentarismo. Y posibles causas no faltan: la defensa del ahora estable territorio, el previsible aumento de densidad demográfica, la protección de los recursos acumulables, la escasez de macrofauna salvaje. Y la diferencia entre agresión individual y guerra es sólo de número de contendientes.

Esto significaría la exculpación de nuestro ancestral instinto agresivo. Nuestros antepasados homínidos no nos legaron conductas violentas, sino que el meme de la guerra apareció por causas totalmente culturales cuando el Neolítico nacía.

7 Memes sueltos:

Anónimo dijo...

Fijo que los literalistas bíblicos salen diciendo que este tío es Abel, como si los viera... ¬¬

Por cierto, me parece recordar que había un neandertal de Irak (Shanidar me parece) que presentaba una herida en el cráneo que había cicatrizado cuando murió. Por la forma dijeron que fue hecha con la punta de una lanza... ¿Crimen o accidente? >:D

Un saludo.

Anónimo dijo...

Creo recordar haber visto un documental sobre chimpacés, los cuales atacaban a otros chimpancés hasta el punto de lesionarlos gravemente....

Memecio dijo...

Paleos, un literalista bíblico, el obispo Usher, llegó a decir -basándose en la cronología bíblica- que el universo se creó sobre el año 4004 a.C. !a las nueve de la mañana!!! Así que los restos natufienses de Kebara se les escapan por antiguos (más del doble de antiguedad). "Abel" quien es el guapo en afirmar que es Abel (perdón por el chiste fácil :)). Son descarados, pero no creo que levanten la voz en eso.
Además, los otros diecisiete restos humanos con signos de traumas parecen señalar un regimiento de "abeles" cabreados. Aunque habría que ver la proporción que esos 17 representan respecto al total de individuos, y si esa proporción de fracturas es habitual en sociedades cazadoras en proceso de sedentarización.

Por otro lado, los traumatismos en homínidos no son raros. Son fácilmente explicables en sociedades que cazan macrofauna. La caza mayor sin armas de fuego es una actividad arriesgada. Es probable que ése sea el caso del Neandertal de Shanidar, como otros muchos.

Respecto a la caza de chimpancés por otros chimpancés, no hay ninguna noticia, que yo sepa. Creo que el comentario anónimo se refiere a unas famosas imágenes en que un grupo de chimpancés persiguen, capturan y devoran un mono, pero no era otro chimpancé. Era un mono de menor tamaño, de otra especie. Simplemente cazaron un presa de otra especie. En primates, la agresión intraespecífica está fuertemente ritualizada, y nunca llega la sangre al río.

Anónimo dijo...

ESTUDIO INVESTIGACION CRIMINAL POR ELLO ME DOY BASE EN LA HISTORIA.GRACIAS

Anónimo dijo...

ESTUDIO INVESTIGACION CRIMINAL POR ELLO ME DOY BASE EN LA HISTORIA.GRACIAS

Anónimo dijo...

Siento discrepar contigo.

El instinto agresivo, salió a relucir, cuando tuvieron que hacer frente a algo más que a sus necesidades básicas, no surgió de la nada la idea de acabar con alguien, eso ya estaba dentro de ese homínido, igual que los chimpancés se atacan entre ellos hasta lesionarse, por lo tanto cabe concluir que aunque el entorno es fundamental para el desarrollo de esa violencia intraespecífica, es algo innato, que para nada está provocado, si no que viene predeterminado en nuestros genes.

Memecio dijo...

Pues yo sí coincido en parte contigo. Lo que ocurre es que la agresión intraespecífica entre humanos audltos (otra cosa es el infanticidio, que está por ver) está fuertemente penalizada, primero por la conciencia propia, y después por el rechazo grupal.

Seguramente también fue así en el paleolítico. Pero cuando la acumulación de recursos y la defensa de la territorialidad se extendieron y cobraron la máxima importancia, la violencia intraespecífica entre adultos, sea individual, sea colectiva (guerras) sería algo mucho más habitual. Que quede claro que sólo es una de las explicaciones posibles, aunque sea bastante lógica. Pero las pruebas deberán corroborarla. Y el canibalismo habitual de yacimientos como Atapuerca parecen desmentirla (aunque aún no sabemos si este canibalismo implicaba violencia intraespecífica).