20.5.07

Chimpancés hembras infanticidas

madre chimpancé
El infanticidio es conocido en muchas especies de primates. Se piensa que generalmente son los machos los causantes. Jane Goodall ya había descrito una excepción en chimpancés en los años 70. La primatóloga relató el asesinato cooperativo y posterior canibalización por parte de Passion y Pom (una madre y su hija) hacia dos crías chimpancés de otras madres.
Ante la falta de más observaciones, se interpretó el hecho como o bien un comportamiento patológico, o bien una forma de obtener alimento extra en circunstancias muy determinadas.

Ahora se han publicado nuevos infanticidios por hembras chimpancés. En la comunidad chimpancé Sonso (bosques de Budongo, Uganda), investigadores de la Universidad de St. Andrews han visto directamente un infanticidio, y han detectado evidencias de otros dos. En al menos dos de los casos, los asesinatos los cometieron grupos de hembras residentes contra crías de hembras "extranjeras", es decir, venidas de otros grupos. Las crías fueron cogidas de sus madres, a las que se hirió. En una ocasión, los machos exhibieron comportamientos apaciguadores. Un viejo macho incluso intentó separar las hembras en conflicto, sin conseguirlo.

Los autores (Townsend et al.)
concluyen que esta conducta ni es tan excepcional, ni patológica, ni un subproducto de la violencia masculina, sino que forma parte del repertorio de conductas habitual de las hembras.
¿Las razones? Se apuntan dos posibilidades:

1.-
Excesiva presión demográfica: la comunidad Sonso ha pasado de 42 miembros en 1996 a 75 en 2006, sin que hayan aumentado los recursos.

2.-
Aumento del número de hembras por cada macho: ha habido una afluencia de por los menos 13 hembras nuevas con su correspondientes crías desde el 2001, lo que ha llevado a que haya tan sólo un macho por cada 3 hembras. Eliminar la camada de las extranjeras sería una forma xenófoba de promover la descendencia de los genes del grupo residente.

Lo que parece claro es que, aunque las hembras chimpancés no son tan agresivas como los machos, las agresiones mortales no son un rasgo exclusivo masculino. Y también es interesante constatar que conductas humanas como la xenofobia o el infanticidio tienen sus paralelismos entre nuestros parientes más cercanos.



Foto: Hembra chimpancé con su cría (fundación Jane Goodall).
Más info: Newscientist.

9 Memes sueltos:

Anónimo dijo...

Sabes Memecio, que en general te detesto a ti, a tus supuestos teóricos y a tu perversa doctrina.
De forma tal que si viviésemos en la antigua Asiria, usaría tu pellejo para... pero no nos desviemos.
Me ha gustado el artículo, pero me gustaría saber si además devoraban los cadáveres.
Saludos y sigue por "esta" línea y olvídate de las otras memeces.
Hala

Memecio dijo...

Yo también te aprecio, assarhaddón ;) Menos mal que los memes de la justicia asiria se extinguieron. ¿Perversa doctrina? En todo caso, errónea para tí, no para mí.
En fin, yendo al grano: en las versiones de la noticia que he leído (Newsientist, ScienceDaily,etc. no se dice si devoraron a las crías. No he tenido acceso al texto original (publicado en Current Biology,15 de Mayo,2007. Supongo que si no se cita en los extractos, es porque no se dió, puesto que es un detalle lo suficientemente importante para resaltarlo.
El caso que describe Jane Goodall sí que incluye ingesta de la cría.

Pedro Garrido dijo...

memecio: ¿dirías que estos comportamientos son meramente casuales o se llevan a cabo de forma sistemática? Lo digo porque me cuesta creerne alguna de las dos hipótesis explicativas: la primera en mi opinión tendría más probabilidades porque eliminando a las crías de otros tus crías pueden disponer de más recursos. Pero otra solución que se da en ciertos pájaros (no recuerdo la especie. De este modo se cree que los pájaros claculan la población total y de ese modo regulan el ´numero de crías que tendrán en un período de tiempo próximo. Es decir, en este caso no se cargan a las crías de otros sino que simplemente tienen menos polluelos.
Ah, pero sí me vienen a la memoria las gaviotas, que se comen a las crías de otras gaviotas de nidos cercanos. Eso puede tener una doble ventaja: por un lado una mayor disponibilidad de recursos (aunque sea de forma indirecta) y alimento (sus polluelos saldrán más grandotes y más sanos a costa de los poolluelos de los vecinos).

Memecio dijo...

Brainy, precisamente la tesis de los autores es que el infanticidio por parte de las hembras no es algo raro en condiciones de presión demográfica. Aunque, para ser justos, las observaciones son demasiado escasas aún como para establecer el infanticidio como norma, incluso bajo esas presiones.

Por otro lado, si la presión demográfica fuera continua, es de esperar que aparecieran y se seleccionaran mecanismos autorreguladores de natalidad sin esperar al siempre traumático infanticido, de forma parecida a cómo los grupos cazadores-recolectores humanos graduan su índice de nacimientos en función de los recursos.

Memecio dijo...

Acabo de leer que se ha documentado recientemente casos de infanticidio por parte de cimpancés machos. En uno de los casos hubo canibalización de la cría asesinada.

Germánico dijo...

Yo me pregunto si existe entre chimpancés el infanticidio de crias propias recién nacidas, como ocurre en humanos. ¿Tenéis algún dato al respecto?.

Memecio dijo...

No conozco ningún caso, germánico. La posición establecida (respaldada por observaciones, claro) es que el infanticidio en chimpancés es una conducta relativamente habitual. Normalmente lo cometen los machos hacia crías de hembras NO PROPIAS.
En los bonobos no se da con tanta frecuencia, y esto puede explicarse por dos causas: la promiscuidad de los bonobos difumina el concepto de paternidad; y las hembras se unen en coaliciones que impedirían cualquier intento de agresión a las crías.

Germánico dijo...

Ay, y luego se quejan de la "falacia naturalista". ¿Serán jodíos?. Si nos pareciésemos más a nuestros parientes primates no mataríamos a nuestras crías recién nacidas metiéndolas en un armario, como hizo recientemente una chica.

Anónimo dijo...

Ya me parecía a mí un desperdicio el que no hubiera ingesta de carne, tratándose de un cazador tan ávido de sangre como es el chimpancé.