17.2.08

El bigote de Hitler

Hitler sigue siendo, tras tantos años, el personaje mundialmente más odiado de la historia reciente. Hay quien incluso ha enunciado el teorema de que "a medida que una discusión en Internet se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno." Y su imagen no se libra.

Las fotos más habituales de Hitler lo presentan con un mostacho particular, tipo "cepillo de dientes". Es, hoy, un bigote nada al uso. Sin embargo, en su día, aunque no totalmente popularizado, estuvo más extendido. Piénsese en Oliver Hardy o Charlie Chaplin.

Hitler tenía una nariz bastante ancha. Mientras que un bigote largo hubiera acentuado la anchura de la nariz, un bigote estrecho la disimularía, como saben los esteticistas.

Indagando, he encontrado cuatro posibles explicaciones de la adopción de este adminículo piloso por parte de Hitler:

1.- En la Primera Guerra Mundial, Hitler llevaba un bigote más habitual, más largo. Pero esa longitud podía provocar problemas para colocarse las máscaras de gas, tan necesarias en la época del gas mostaza. Entonces, el joven Adolf recibió la orden de recortárselo, para que la máscara anti-gas mostaza encajara bien.

2.- En los años veinte, ese tipo de bigote estaba de moda. Se dice que, en los años treinta, alguien le comentó que ya estaba pasado de moda. Pero Adolf, ya en el poder, contestó que él volvería a ponerlo de moda.

3.- Adolf admiraba a un antiguo ideólogo nazi, Gottfried Feder, que llevaba este mostacho. Y Adolf lo copió.

4.- También se ha dicho que Hitler decidió dotarse de un bigote excepcional viendo el éxito de imagen que había tenido el bigote de Lenin. Introdujo su propia variación, y ya está.

Lo cierto es que Hitler ya llevaba el bigote corto y ancho en 1914, antes de haberse incorporado al ejército, como se demuestra en la fotografía 2.


Sea cual fuere el motivo real -probablemente una combinación de ellos- en este caso lo importante son las consecuencias. El hecho es que, tras el derrumbamiento del nazismo y la muerte de Hitler, el bigote estilo "cepillo de dientes" casi desapareció del acervo de bigotes. Al menos, hasta ahora. Con cuatro únicas excepciones: cuando se pretende ironizar sobre el nazismo;
cuando se quieren revolver la cánones estéticos establecidos vía rebeldía extrema; cuando se es partidario acérimo de esta ideología (que alguno queda); o por simple desconocimiento del personaje histórico.

La evolución cultural dista mucho de ser perfecta y uniformemente progresiva. La extinción del bi
gote "cepillo de dientes" es un ejemplo de cómo se asocia una forma estética a toda una ideología. Aunque nada tenga que ver el pobre bigote con ninguna idea, ha sido seleccionado negativamente.
Las ideas se organizan en sistemas. Si un sistema de ideas no está bien estructurado y definido (lo que suele ocurrir casi siempre, a no ser que se empleen métodos científicos rigurosos) se producen asociaciones erróneas. Como le ha pasado al inocente y hoy olvidado bigote de Hitler. Pura superstición.


Foto 1.- Izquierda: Hitler en 1914, con el bigote estilo "prusiano"; derecha: Hitler con el bigote angosto definitivo.

Foto 2.- El 2 de agosto de 1914, entre la gran multitud que se manifestó en la Odeonplatz de Múnich, ante el palacio Feldhern, para vitorear al rey Luis III de Baviera y celebrar la declaración de guerra hecha por Alemania a Rusia el día anterior, estaba Hitler. Ya lleva el bigote "cepillo de dientes". Fotografía tomada por Heinrich Hoffmann, quien años después se convertiría en amigo de Hitler y en su fotógrafo oficial.

Foto 3.- Glutamato Ye-Ye, irreverente grupo de la movida.