25.8.07

Carantoñas primates


-¡Pero que niño más mono! ¿Como está el pequeñín? Sí, gugu, blrgghhhh (sonidos guturales varios), otra vez gugu (no sé porqué, esa es la onomatopeya que se emplea habitualmente para describir los sonidos de los bebés). Si uno no es extraterrestre, en algún momento habrá cometido esa sarta de carotas, gestos, gruñidos, tocamientos, etc. con un bebé. O al menos habrá visto como la gran mayoría las perpetra. Se trata, según parece, de ponerse a la altura del bebé. Como si esa retahíla de sonidos inconexos nos ayudara a comunicarnos con él.

Desde 1989 se sabe que no somos los únicos -otra vez- en farfullar una supuesta jerga infantil para comunicarnos con los muy menores. Entonces, etólogos de Maryland
comprobaron que monos ardilla empleaban sonidos "diferentes" para tratar con las crías. Ahora, un estudio reciente ha detectado esta misma forma de comunicación en hembras de macacos rhesus. Como estos macacos son a veces agresivos con las crías de otros, se apuntó la hipótesis de que quizás los gruñidos pseudoinfantiles eran una forma de advertir a la madre de que las intenciones del adulto no eran agresivas. Además, se dijo que esos sonidos no se empleaban con la prole propia.

Con objeto de testar esta hipótesis, Jessica Whitham se desplazó a una isla de Puerto Rico. Allí convivió con los macacos durante doce meses, y observó las interacciones con las crías. La conclusión le sorprendió: el hecho de emitir los sonidos pseudoinfantiles antes de acercarse no importaba para que hubiera o no un maltrato posterior. Encima, las vocalizaciones se dirigían en un 80% de los casos hacia las crías en vez de hacia las madres. Así, descartada la hipótesis del apaciguamiento, la explicación escogida por Whitham fue que los sonidos se producen con el único objeto de atraer la atención de las crías. De forma parecida a como los humanos gruñimos suavemente cuando nos dirigimos a los bebés.





Foto 1: Carantoñas (El Periódico).
Foto 2: Macaca rhesus con cría (hkjpaed.org).

Vía Newscientist.

19.8.07

Cuervos que emplean útiles para emplear útiles

Corvus moneduloides
Los cuervos de Nueva Caledonia (Corvus moneduloides otra vez) han sido los protagonistas de un estudio para comprobar hasta dónde llegan las habilidades de esta especie en el uso de útiles. Y de nuevo vuelven a sorprender.
Estos curiosos pájaros son capaces de elaborar y mejorar sus instrumentos, y de crear tradiciones técnicas. Ahora van un paso más allá. Russell Gray y colaboradores
(1) de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda) han puesto a prueba un grupo de cuervos previamente capturados de la siguiente forma: se escondió un premio en el interior de una caja, de manera que sólo podían acceder a él usando un palo largo.

Ningún problema. Enseguida supieron cómo alcanzar la comida empleando el palo largo. Entonces se dio una vuelta de tuerca al experimento: se escondió el palo largo dentro de una caja, de manera que había que emplear un instrumento previo -un palito corto- para poder coger el instrumento largo, que finalmente permitiría acceder al premio.







Lo cuenta Gray: "De entre siete cuervos, seis intentaron inmediatamente utilizar el palillo corto para conseguir la herramienta larga. No había ensayo y error."

Al instrumento que sirve para emplear otro instrumento se le llama "metainstrumento", y su uso sólo se conoce en humanos y sus parientes primates. El uso de un metainstrumento supone una planificación a corto plazo, pero planificación al fin y al cabo. Se establecería un mapa mental del tipo "
instrumento para conseguir instrumento para conseguir comida". Los autores defienden que esto supone un tipo de razonamiento previo, una elección racional.

La etóloga escocesa Sabine Tebbich (Universidad de St. Andrews), no involucrada en el estudio, cuestiona esta conclusión. Arguye que el empleo de un metainstrumento puede ser una extensión de conductas instintivas similares que los cuervos llevarían a cabo en la naturaleza. Por tanto, no sería una conducta racional. Según ella, es demasiado pronto para extender el pensamiento racional a estos cuervos.
Pero otros estudiosos, como Nathan Emery, de Cambridge, defienden la postura contraria. Recientemente, los datos a favor de cierta racionalidad aplicada a la conducta instrumental en los cuervos de Nueva Caledonia se acumulan. La planificación de tareas queda patente en este experimento, con lo que se reafirma la hipótesis de la convergencia entre la inteligencia primate y la de otros grupos como ciertas aves, entre las que se encuentra de forma destacada
Corvus moneduloides.



(1) Current Biology, vol 17, Julio de 2007, vía Newscientist.
Foto: Corvus moneduloides empleando el palo pequeño para alcanzar el grande.